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Camille Gamarra, es otra de las artistas que con frecuencia vemos involucrada en acciones sociales o de concienciación ambiental. Varios de sus trabajos han sido entregados a causas de lucha y están destinados a centros comunales en la Costa y en la Amazonía. Ahora ella nos explica en sus propias palabras, cuál es el interés más grande que la mueve en varias de sus participaciones artísticas.

Como consigna tengo que explicar mis intereses, lo cual lo encuentro un poco difícil de poner en palabras. Descubrí el arte siendo muy pequeña y para mí ha sido una ayuda tremenda para poder superar, soportar y sobrellevar situaciones que han ocurrido a lo largo de mi corta vida. Más que nada ha sido una forma de expresión donde no tengo que decir ni una sola palabra, ya que me es difícil compartir o simplemente decir mis conflictos porque al decirlas verbalmente para mí se convierte en una realidad, mientras en mi cabeza puedo simplemente ponerles un disfraz. Es por esto que decidí compartir esta valiosa herramienta de comunicación hacia las demás personas, sobre todo las personas que su día a día es un conflicto.


Comencé pintando en las calles con los niños que pedían dinero, al ver sus trabajos finales comencé a darme cuenta de todo lo que expresaban a través de la pintura. Luego cree un proyecto de arte terapia que abarca diversas áreas como estimulación creativa, motriz, conciencia ecológica al trabajar con materiales reciclados y que a su vez este a su alcance y puedan lucrarse económicamente de este, entre otros. Trabajo en conjunto con el departamento de psicología para cada mes analizar y ver que dicen a través de sus trabajos para que el psicólogo refuerce esas áreas.

Junto con la Fundación ADES llevamos a cabo el proyecto en el sector de Bastion Popular, trabajo con niños que han sido abusados tanto físicos como psicológicos. Este proyecto lo presentamos en mi universidad para recaudar fondos. Hicimos un video donde los niños hablaban sobre las clases y Eduardo dijo algo que me marcaria para siempre. En el video dijo sin el arte no existiéramos y luego le pregunte porque decía eso y me respondió “Porque en mi casa no existo para nadie, aquí existo”. 

Los fines de semana me voy con el Mies a trabajar con los niños de la Isla trinitaria, Cristo de consuelo entre otras zonas. Recibir esa alegra al llegar no tiene precio. Darles una oportunidad de ser niños de nuevo tampoco. Saber que lo que compartes con ellos te marca tanto a ti como a ellos, saber que en algún momento tendrán que tomar una decisión entre optar por algo bueno o algo malo y saber que tú influenciarías en esa decisión lejana, es gratificante. 

Si me preguntan por mis intereses, no son ni económico, ni material, ni de fama ni de nombres. Es simplemente hacer feliz a otros al mismo tiempo que me hacen feliz a mí. El poder más grande es el poder de ayudar. 

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