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El proceso de retorno del monolito San Biritute a Sacachúm, que a principio de siglo fue extraído del cerro Las Negras junto con los otros monolitos con los que se encontraba originalmente formando un círculo y que inicialmente se distribuyeron entre varias poblaciones cercanas (Geofrey Bushnell) y que durante décadas soportó polución y cenizas cuando estuvo adornando la Av. 10 de Agosto en la ciudad de Guayaquil, antes de entrar al Museo Municipal de Guayaquil, avanza a paso seguro y esperamos sea irreversible.

Hoy 10 de Diciembre, en la glorieta de Sacachún, se presentaron los resultados del Análisis de Factibilidad para el Retorno de San Biritute a la comuna de Sacachún.

Desde hace varios años atrás se vienen escuchando voces pidiendo su retorno, entre ellos medios de comunicación, tesis estudiantiles, y por supuesto la misma voz de exigencia de la Comuna de Sacachúm, hicieron que la Dirección Regional Zona 5 del Instituto Patrimonio Cultural consiga interesar a otros organismos locales sobre este tema del retorno, ésto y según el IPC representa un giro en las políticas de Estado con respecto a estos temas.

Ahora voceros del IPC, indican «que aún faltan algunos «pequeños» compromisos para que este anhelo se concrete, para gestar el DESARROLLO ENDÒGENO, para que San Biritute sea efectivo, se necesita del compromiso de la Comuna, de al menos un GAD, y de la intervención de los distintos ministerios a través de una planificación». Esto comenzará con la formación del Comité de Retorno que se formará el día de mañana.

SAN BIRITUTE O SONBIRITUTU?

Manuel Palacios, experto en Lenguas y defensor del término Sonbiritutu explica que según la toponimia, el término coincide con: Son: vagina, mujer; birí: el aspecto antropormizado de la deidades de la procreacion y el agua; tutu: la lechuza, símbolo totémico del paso a la nueva vida. De paso Manuel nos deja otra teoría acerca del nombre Socachún: So: mujer, vagina; ca: fruto; chun: frotar.

Mientras tanto Erick López (arqueólogo) refuta que el nombre real que pudo haber tenido esta imagen se pierde en el tiempo, el que tiene ahora con las modificaciones que se le quiera dar, de ninguna manera tiene corespondencia con el lenguaje guancavilca, mismo que desaparecio definivamente del área a finales del siglo 19, y del cual se conservan muchos toponimios, que no tienen traducción alguna posible o cierta en ninguna otra lengua o dialecto. En este sentido es válido el nombre actual con que la tradición cultural local rebautizo el monolito, basados en lo que la tradición oral cuenta, y con el cual lo conocemos hoy en día.

El debate seguramente seguirá lo que si estamos seguros es que este anhelo que lleva muchos años y que es el retorno del monolito ancestral está en una fase en la que si unimos fuerzas podremos ver concretado en poco tiempo.

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